Sturm und Traum
und Zeit, tres clowns
Te esperaría toda la vida si tuviera paciencia y amor suficientes para quedarme al otro lado de la línea escuchando versiones Commodore 64 de las Variaciones Goldberg o los Brandenburgueses. Te esperaría (¿cuánto me queda: 39 años, con suerte?) colgada de un rizo hidratado, atada de pies y manos, ligera de cascos, pero no es el caso. Te fuiste cerrando la puerta como quien aprendió la lección y cierra el libro para siempre, como quien se va al extranjero, y yo, que fui tu patria, me quedé en así llamada "reestructuración":
parole parole parole.