Para saber de ti me asomo a un pozo.
Me sujeto al brocal.
Grito mi nombre.
Despiertas, en el fondo,
tus pupilas de agua
flotan entre la umbría del silencio,
se mecen en lo oscuro,
me miran,
ven el cielo.
Para saber de ti grito mi nombre
y es circular, concéntricas
las sílabas resbalan
para llegar a ti,
y al rozar suavemente
tu intáctil superficie
extiendes sobre el agua
las ondas de la huida.
¿Por qué siempre te ocultas
cuando me asomo a ti?
Vuelve mi voz volando junto al eco
y hay en ella un vacío
que aísla cada letra de mi nombre.
Qué insalvable distancia se introduce
entre la vida y yo.
En la hondura del tiempo no hay un cambio.
Observo nuestra vida.
Es este hueco
que media entre los dos
y el tiempo ahonda.
Esto que te preserva
y me separa más
en cada diaria muerte
me obliga a seguir siendo mi otro mismo.
Alejandro Céspedes (Gijón, España, 1958). Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación. Gestor cultural. Poeta. Entre sus premios, XXV Premio Jaén de Poesía” 2009; Premio de la Crítica de Asturias 2009; Premio Blas de Otero 2008 y Premio Hiperion 1994.