Todos mis amigos están ya muertos,
convertidos en ceniza o viento;
el agua ha bendecido sus huesos
que ahora solamente serán
un montón de polvo
depositado en el marco de una ventana
o en el lomo de un libro;
siento el barro de este invierno
igual al otro que aconteció al cataclismo;
entonces las fieras preparaban su venganza
y parecía que esto nunca sucedería.
Ramón Riquelme Acevedo (Concepción, Chile, 1933). Poeta. Premio Regional Baldomero Lillo 2008.