Las palabras son inútiles, tercas, retorcidas
como tornillos que no entran rectos.
Y me cansan. Pero son lo único que tengo.
Los juguetes de un niño pobre.
Yacen destripadas a mi alrededor.
Todo su encanto se derrama por sus vientres abiertos.
El mecanismo hace tiempo que dejó de resultar
intrigante o atractivo.
No hay desafío. No hay chispa. No hay color.
El mundo es tan gris como mi asco.
Las palabras son los puntales de mi abulia.
Pero son –lo he dicho, lo repito– lo único que tengo.
Roger Wolfe (Westerham, Kent, Inglaterra, 1962). Poeta, novelista y ensayista. Residente en España desde su infancia, ha sido profesor de inglés en Oviedo. Premio Anthropos 1991.