Poema
Todo se pierde amor
todo se pierde
la noche que quedó prendida en nuestras cercas
la hora que se pierde en los episodios de a diario
y sin embargo todo se enciende
con un último esfuerzo
como no queriendo abandonarse.
Se pierde la magia primigenia de las cosas,
el apartamento que sirve para amar el amor desnudo
será solo un cuarto rodeado de musgo,
en el viejo puente amor
ya no caerá la lluvia y en sus viejas pilastras enterrarán a los perros,
habrán demolido la tienda de la esquina
donde por primera vez pude ver tu rostro.
En nuestra vieja celda-amor
habrán abierto alcantarillas donde entonces
con los sexos heridos y en empapados besos
creíamos crearnos.
De esta vida ¿qué dirán en el futuro?
Que sólo tuvimos el derecho a destruirnos.
Todo se pierde amor
todo se pierde
la noche que quedó prendida en nuestras cercas
la hora que se pierde en los episodios de a diario
y sin embargo todo se enciende
con un último esfuerzo
como no queriendo abandonarse.
Se pierde la magia primigenia de las cosas,
el apartamento que sirve para amar el amor desnudo
será solo un cuarto rodeado de musgo,
en el viejo puente amor
ya no caerá la lluvia y en sus viejas pilastras enterrarán a los perros,
habrán demolido la tienda de la esquina
donde por primera vez pude ver tu rostro.
En nuestra vieja celda-amor
habrán abierto alcantarillas donde entonces
con los sexos heridos y en empapados besos
creíamos crearnos.
De esta vida ¿qué dirán en el futuro?
Que sólo tuvimos el derecho a destruirnos.
Carlos Fajardo Fajardo (Santiago de Cali, Colombia, 1957). Poeta y ensayista. Filósofo de la Universidad del Cauca, Colombia; Magíster en Literatura de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y Doctor en Literatura de la UNED (España). Es profesor de estética, historia del arte y literatura en la Universidad de la Salle y en los postgrados de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas de Bogotá. Premio de poesía Antonio Llanos 1991. Premio de poesía Jorge Isaacs 2003.