Contra mi tacto evocador me afano.
Con los más duros y ásperos pertrechos
he trabajado hasta dejar deshechos
por el hierro los dedos de esta mano.
Los quiero embrutecer, pero es en vano;
en sus fibras más íntimas, maltrechos,
aún guardan la memoria de tus pechos,
su tibia paz, su peso soberano.
Ni violencias ni cóleras impiden
que fieles y calladas a porfía
mis manos sueñen siempre en su querencia,
ni mil heridas lograrán que olviden
que acariciaron largamente un día
la piel del esplendor y su opulencia.
Tomás Segovia (Valencia, 1927 - 2011). Poeta, dramaturgo, novelista y traductor. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México. Docente en la UNAM. Director de importantes revistas americanas y europeas. Premio Xavier Villaurrutia en 1972. Premio Magda Donato en 1974. Premio Alfonso X de Traducción en 1982, 1983 y 1984. Premio Octavio Paz en 2000.