Mi lengua no alcanza la distancia
La vigilia patenta la distancia si no recuerdo.
Si te pienso como un inicuo personaje de mi vida
dejo de tener miedo. Pero quién me salva de la noche
de los sueños que recogen y reviven los mejores momentos.
-Me arden los labios y los ojos-
Mi cuerpo despierta muerto.
Krudel
Mi cuerpo despierta muerto. Suben hormigas por mis piernas
y caigo
y me rompo.
Este frío que me adormece me arrastra a ti.
Trato tanto de encontrarte aunque ya no seas tú
ni yo quien sueñe
con mi lengua cansada suplico en voz baja
pero no alcanzo la distancia.
Mi lengua no alcanza la distancia.
Mis palabras no llegan. Resbalan por la noche por
las comisuras y las pestañas y me arden los labios
y los ojos.
Mi lengua no alcanza la distancia.
Abril trae el recuerdo de una ausencia
Trae tanto tu rostro
como tu dolor y el incontinente llanto de la primera noche
en tu terreno.
Cuando nuestra desnudez parecía anticipar un para siempre
que hoy cumple dos años muerto.
Adriana Bañares Camacho (Logroño, España, 1988). Poeta.